Hola, familias.
En primer lugar, esta semana la Conselleria ha vuelto a
contactar con los centros para recordar los protocolos a seguir durante la
pandemia. Por suerte, no contamos con ningún caso en el centro, pero no
significa que bajemos la guardia. Os adjuntamos esa información en el mail
semanal.
Después de unos meses de descanso de las preocupaciones por
la transmisión del virus los indicadores y la nueva variante se cuelan de nuevo
en la cotidianeidad. Os aconsejamos que sigáis los consejos de las
administraciones públicas y que la mejor manera de cuidarse uno mismo, es
cuidando a los demás. Son momentos de reuniones, cenas de empresa, visitas de
familiares y amistades que nos hacen bajar la guardia inevitablemente. Unido a
los problemas de conciliación de la vida familiar y laboral, en la escuela tan
solo podemos seguir los protocolos de la misma manera que hicimos desde que
comenzó esta pandemia y recomendaros que, en caso de duda, preservéis la salud
de vuestros hijos/as. También, a su vez, cuidáis del resto del alumnado y del
equipo humano que se encarga de cuidarlos y darles afecto. La situación
contraria, por desgracia, es peor: cierre de aula, pruebas diagnósticas y un
tiempo sin poder asistir al centro. Seguramente estemos en la recta final con
este virus, por eso no hay que escatimar esfuerzos. Por ellos, por vosotros y
por nosotros.
Volviendo a las cuestiones cotidianas y educativas, en el
centro seguimos con actividades relacionadas con el otoño y la identificación
de colores. Esperamos que los recursos de la semana pasada (narración de La
reina de los colores de Jutta Bauer) y la explicación de las fases del
aprendizaje lógico-matemático os hayan resultado positivas. El objetivo está
claro: las actividades o manualidades tienen tanto valor como vosotros les deis
en casa. En el centro, en el día a día, el alumnado aprende a estas edades de
todas las experiencias. Explora y observa con mayor interés su entorno y
asimila nuevos conceptos que conecta gracias a la gran plasticidad neuronal que
define a esta etapa. En el centro, el tiempo es limitado (en algunos casos, 3
horas al día) y estos recursos sirven para ofreceros herramientas para
acompañarlos mediante el juego y, en un gran número de ocasiones, con lenguaje
literario (el del cancionero, el ritmo de la poesía y el momento compartido de
narraciones).
Esta semana una nueva poesía que están aprendiendo y que se
une al repertorio diario del otoño: Paisaje de Federico García Lorca.
La tarde
equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales,
turbios, todos los
niños,
ven convertirse en
pájaros
un árbol amarillo.
La tarde está
tendida
a lo largo del
río.
Y un rubor de
manzana
tiembla en los
tejadillos.
Mirad que belleza en la explicación del otoño: la imagen de
hojas amarillas caídas del árbol y revoloteando al viento como pájaros, el olor
y el calor de la casa que nos resguarda del frío, el remanso de paz del río. Es
un vocabulario que puede resultaros complejo, pero para ellos es un juego y una
oportunidad de acercarles a un vocabulario que debe desprenderse levemente de
diminutivos y expresiones infantilizadas: llamar a la carne “chichi”, al perro
“gua-guau”, etc. No significa que las eliminéis, sino que, si sois más precisos
con el vocabulario expresivo, mayores oportunidades tendrán de ampliar su mundo
comprensivo. Con las hojas que aportaron diferentes familias (mil gracias de
nuevo) hemos creado esa pequeña manualidad.
Junto con la actividad de dibujo libre, estas dos actividades tienen en común la exploración del volumen o la tridimensionalidad. Es, por desgracia, un aspecto que se comienza a perder durante la etapa infantil y (los que no tengáis hijos de mayor edad) comprobaréis cuando lleguen al colegio: casi todo tendrá dos dimensiones y, a medida que pasen los cursos, la lámina o ficha será el mal habitual. No significa que sea un recurso inapropiado, pero hay que dar margen a otras expresiones más allá de seguir pautas o repasar letras (tareas necesarias, pero no exclusivas). Creo que me entendéis. Con esa actividad pueden explorar otra dimensión del espacio y posibilidades con trozos de papel que cogen con las puntas de sus dedos y juegan con su forma. Es una actividad compleja que requiere de nuestra ayuda, pero que os animamos a que realicéis en casa.
Esta semana recuperamos el préstamo en el aula de 2 años. Los álbumes que han escogido figura a continuación. Por cierto, frecuentemente nos pedís consejo sobre qué libros les gustan para regalárselos en estas fechas navideñas. Podéis visitar entradas anteriores y con el préstamo que hemos realizado hasta ahora conocer algunos de sus álbumes preferidos en este inicio de curso. También, la opción más accesible, podéis haceros el carné de la biblioteca municipal y visitarla para ver qué libros o intereses. O una librería, pero eso ya lo dejo a vuestra elección. De todas maneras, siempre podéis consultarnos. Sobre consejos de regalo para reyes o navidad desde el centro no os sermonearemos con juguetes educativos. Al final, si no le interesa al niño o no se le dedica un tiempo a la creación de juegos conjuntos con esos materiales, perderá el interés y acabará en el trastero. Con todo, aquí tenéis el préstamo semanal.
Alumno/a |
Título |
Fernando |
Próxima
semana |
Sía |
Fuera de
aquí, horrible monstruo verde. Ed Emberley. Océano Travesía |
Arturo |
¿Quieres
ser mi amigo? Eric Carle. Kókinos |
Vera |
Toc-toc.
Anna-Clara Tidholm. Océano Travesía |
Laia |
Una pequeña
casa en el bosque. Jutta Bauer. Lóguez |
Mateo |
El pastel
está tan arriba. Susanne Straber. Editorial Juventud |
Abril |
La leyenda
de Don Fermín. Manuel Marsol. Fulgencio Pimentel |
Aarón |
Oso pardo,
oso pardo ¿qué ves ahí? Bill Martin Jr. y Eric Carle (il.) |
Olivia |
La reina
de los colores. Jutta Bauer. Lóguez |
En el aula de 1 año la actividad está relacionada con la
retahíla del huevito, un juego de dedos que forma parte del repertorio clásico
de la infancia. Nanas, juegos de falda, mimos o canciones de dedos que sirven
para crear un espacio conjunto en la interacción. Tocando sus deditos y
diciéndole esa frase que sirve como una fórmula mágica para que el mundo
cotidiano se transforme en un espacio simbólico: los dedos son personas y,
unidos, una familia: la mano. Un juego que termina con una caricia y cosquilla
en la mano o en la barriga. Ese tipo de estrategias, como el juego de comprar
carne: “cuando vayas a comprar carne, no cortes ni de aquí (en la muñeca del
niño se pasa el dorso de la mano del adulto), ni de aquí (subiendo por el
antebrazo), ni de aquí (el codo, el bíceps)…ni de aquí ni de aquí (haciendo
cosquillas en las axilas)”. Juegos que vinculan con afecto y alegría, palabras
que les permite entrar en un mundo (simbólico) antes de conocerlo. Cariño,
afecto, sentidos y lenguaje. No me diréis que no es precioso.
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